1. ORACIÓN
PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Clementísimo
Dios y Señor nuestro infinito, que por vuestra inmensa piedad
quisisteis que San Juan de la Cruz fuese desde niño inclinado a todo
género de virtudes, y por su ejercicio alcanzase ser muy amado de
Vos y de vuestra Santísima Madre, comunicándole muchas gracias y
favores: Os suplicamos humildemente que por su intercesión y
merecimientos nos concedáis pureza de alma y cuerpo, con las demás
virtudes teologales y cardinales que este Santo glorioso practicó
toda su vida, para que, imitándole en este ejercicio e inocencia de
costumbres, merezcamos como Él ser amparados de Vos y de vuestra
Madre Santísima en esta vida por gracia, y después gozaros para
siempre en su compañía en la gloria. Amén.
2. ORACIÓN PARA EL
PRIMER DÍA
Glorioso Padre San
Juan de la Cruz, que desde vuestra infancia fuiste tierno amante de
María Santísima y de la cruz de su Santísimo Hijo, mereciendo con
su amor ser protector singular de las almas afligidas y
desconsoladas; te suplicamos interpongas tu ruego con Madre e Hijo,
para que concedan fe viva, esperanza cierta, caridad ferviente y amor
tierno a la cruz de nuestro Señor, con cuyo ejercicio vivamos y
muramos amparados siempre de su gracia, y también consigamos, si nos
conviene, lo que pedimos en esta Novena. Amén.
3. TRES PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA
(Aquellos que lo prefieran pueden rezar el Santo Rosario)
4. PETICIÓN DE LA
GRACIA
A lo largo de los siglos los carolinenses siempre hemos vuelto nuestros ojos en caso de verdadera necesidad ante la venerada imagen de nuestro Santo Patrón. A Él hemos acudido implorando protección en las grandes calamidades y pandemias que a lo largo de su historia ha vivido nuestro pueblo con la confianza puesta en su eficaz intercesión como Sagrado Protector de La Carolina.
Por todo ello, cobijados en el
amparo que nuestro Patrón San Juan de la Cruz nos dispensa, pidámosle la gracia que deseemos alcanzar de Dios
nuestro Señor en esta Novena.
5. GOZOS A SAN JUAN
DE LA CRUZ
Pues sois Padre generoso
Del reformado Carmelo,
dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
Apenas
naciste, Juan,
cuando
Jesús y María
te
dan la mano a porfía
para
ser su Capellán;
los
dos de tu parte están
para
hacerte venturoso.
Dadnos,
&c.
De
inocencia revestido
en
el primer Sacrificio,
de
Capellán el oficio
hiciste
bien, y cumplido;
por
ser más agradecido
buscas
siempre lo penoso.
Dadnos,
&c.
La
cruz tomas por empresa
del
reformado Carmelo,
y
por subir más de vuelo
te
descalzas con Teresa;
si
esto a todos embelesa
a
tí te hizo más dichoso.
Dadnos,
&c.
De
la cumbre del Carmelo
compasivo
al valle vas,
y
a todo pobre le das
por
sustento el pan del Cielo;
todos
quedan con consuelo
de
verte tan dadivoso.
Dadnos,
&c.
Los
cojos y los quebrados,
los
mancos y los tullidos,
los
tristes más afligidos
quedan
por ti consolados;
en
partos muy revesados
socorres
más generoso.
Dadnos,
&c.
Son
de toda enfermedad
tus
Reliquias medicina,
y
universal oficina
de
perenne sanidad;
a
todos con brevedad
sanas
siempre prodigioso.
Dadnos,
&c.
Trabajos
y oposición
en
reformar padecéis,
pero
todo lo vencéis
con
paciencia y oración;
la
mayor contradicción
sufrís
blando y cariñoso.
Dadnos,
&c.
En
las alas del amor
y
espinas de penitencia
subís,
Juan, a la eminencia
de
insigne reformador;
en
este divino ardor
seguiste
a Elías celoso.
Dadnos,
&c.
De
Jesús en el costado
tuviste,
Juan, la morada,
no
buscando gusto en nada
fuera
de Jesús amado;
¡oh
Querubín abrasado
De
todos modos dichoso!
Dadnos,
&c.
A
Jesucristo imitaste
negándote
a ti mismo,
queriendo
ser uno mismo
en
la Cruz, que tanto amaste;
en
ella pues te quedaste
de
más penas siempre ansioso.
Dadnos,
&c.
Por
tan crecidos favores
os
llegó Cristo a ofrecer
Coronas
al escoger;
mas
tú eliges los mayores
desprecios
y confusiones
por
Jesucristo amoroso.
Dadnos,
&c.
Siguiendo
Juan este plan
en
Cristo Juan se ha trocado,
y
Cristo crucificado
vive
transformado en Juan;
esta
gracia, fue el imán,
que
os hizo, Juan, portentoso.
Dadnos,
&c.
Mil
veces afortunados
dicen,
Juan, ser tus devotos,
pues
logran por ti sus votos
en
favores duplicados;
por
eso experimentados
te
aclaman el poderoso.
Dadnos,
&c.
6. ORACIÓN FINAL
Omnipotente
Dios y Señor, que al bendito San Juan de la Cruz le concediste ser
amante fervoroso de los trabajos, desprecios y cruz de vuestro
Santísimo Hijo, y una abnegación perfecta de sus pasiones y
apetitos: Concédenos Señor, por sus méritos y ruegos, que imitando
aquí sus virtudes merezcamos en el Cielo ser compañeros de su
Gloria por los siglos de los siglos. Amén.
7. ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO
Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, oh Virgen gloriosa y bendita.