jueves, 3 de noviembre de 2022

Pregón de San Juan de la Cruz

 El próximo día 5 de noviembre, a las 20:00 horas, en el centro cultural (Av. Juan Carlos I) tendrá lugar el pregón de las tradicionales fiestas en honor de San Juan de la Cruz, excelso Patrón de La Carolina. Será pronunciado por Doña María Águeda Castellano Huerta.



miércoles, 12 de octubre de 2022

La devoción a los Patronos de La Carolina en la época fundacional

La Inmaculada Concepción y San Juan de la Cruz:

La devoción a los Patronos de La Carolina en la época fundacional

Juan M. Patón Crespo

NOTA: Este artículo fue escrito para el programa de fiestas de la Hermandad de 2018

La Inmaculada Concepción.

La Virgen María en el misterio de su Purísima Concepción es oficialmente titular de nuestro templo desde el día 9 de Julio de 1769, fecha en que el Vicario francés Don Juan Lanes Duval bendice solemnemente nuestra parroquia, bajo el patronazgo y advocación de La Inmaculada Concepción y San Carlos. Tal y como señala Olavide1: [...] aquella Iglesia se bendijo por el Vicario, con la facultad del Obispo, y bajo la advocación de Virgen de la Concepción y San Carlos […]. Miguel de Ondeano explica que la Iglesia se bendice con el nombre de la Inmaculada Concepción […] por ser la Patrona de esta colonia y la tutelar de todas sus Iglesias […]. La advocación y patronazgo de San Carlos sobre el templo se debe únicamente, tal y como explica el Intendente, al nombre del monarca, fundador del templo parroquial: […] San Carlos, declarado Patrono de esta Iglesia, con respecto al augusto nombre del Rey su fundador [...]2

De esta manera, la Inmaculada se suma al patronazgo de La Peñuela, hoy La Carolina, que desde el siglo diecisiete y hasta nuestros días ostenta San Juan de la Cruz. El vicario se referirá así a la devoción que suscita el Patrón de los carolinenses: […] se profesa una singular devoción, por los continuos prodigios que a intercesión de aquel como Patrono de este territorio, obra la Divina clemencia a favor de estos Pueblos[...]

Para representar a la Patrona de La Carolina, la intendencia costea la hechura de una imagen de la Inmaculada Concepción. La escultura, realizada en Jaén, llega a La Carolina el 21 de julio de 1770. Su emplazamiento definitivo vendrá de la mano de la primera obra de ampliación de la parroquia. El vicario bendice la nueva capilla mayor el 14 de agosto de 1772, [...] habiendo colocado en su Camarín una peregrina Imagen de talla de la soberana emperatriz de Cielos y Tierra María Santísima en el misterio de su Concepción Inmaculada Patrona de esta Iglesia, como lo es de toda nuestra España […].

Las acusaciones que Fray Romualdo de Friburgo eleva al Santo Oficio contra Lanes Duval arrojan valiosos datos sobre el culto tributado a la Inmaculada en los primeros años de existencia de la colonia. Fray Romualdo culpa al vicario de intentar erradicar la devoción de los colonos a los santos Patronos de La Carolina3: […] el mismo ha ayudado a quitar la veneración debida a los Santos, quitando de la iglesia unas señales de gracias recibidas, y puestas a las imágenes de la Inmaculada Concepción, y de San Juan de la Cruz; como esto saben los sacristanes, y los curas […].

Juan Lanes Duval procura defenderse y en un extenso oficio dirigido al Santo Oficio4, con fecha 11 de Junio de 1776, explica que: […] en esta Iglesia una hermosa talla de la Concepción, en un Camarín elegante y de buen gusto, a la cual se da el mayor culto pues en todos los misterios y festividades de la Reina de los Cielos, aunque no sean fiesta de precepto, se canta una Misa Solemne, y muchas veces, se ha revestido en ellas, de diácono o subdiácono dicho Padre, recorra su memoria, no me hará mentir. […]. El vicario continua en su declaración explicando cómo se celebraban los cultos en su festividad: […] En los días Solemnes de [...] Concepción y Asunción de María Santísima, se cantan las primeras y segundas vísperas, y la hora de tercia antes de la Misa Mayor en que se manifiesta el Santísimo Sacramento […] En esta Iglesia se canta una misa mayor todos los días en la octava de la concepción en sus días conocidos por ser en este misterio su Patrona titular; lo que decía este año en que he publicado el Breve de Su Santidad expedido a instancia de la devoción del Rey nuestro Señor para que el Santo y Augusto Sacramento del Altar se pusiera en esta octava del corpus y se continuara en lo futuro. […]

Prosigue el Vicario explicando como se reza en nuestra parroquia la salve y el rosario: […] No será tampoco devoción, a María Santísima, para este dicho padre el que todos los sábados del año desde el de 1769, se cante solemnemente en esta y en todas las demás Iglesias de estas Poblaciones la Salve Regina con su oración, y con rito solemne, lo que no ha tenido variación alguna desde que pasé la correspondiente orden, el nueve de Julio de dicho año 69, a todos los capellanes renovándola el 3 de Julio de 1771, en que les participé y avisé publicasen haber concedido este Ilustrísimo Señor Obispo de Jaén 40 días de Indulgencia a los fieles, cada vez que asistan a dicha Salve que se canta después del toque de oraciones, al que ha asistido muchísimas veces el mismo Padre […] Del Rosario que dice no rezarse ni una vez en esta Iglesia no extrañaría sea tan poco instruido porque nunca lo he visto asistir a esta devoción que se entabló en esta Iglesia y feligresía merced de la orden que de ello pasé el 29 de Julio 1769 a los entonces capellanes de este sitio Don Teodoro de Araujo y Don Fernando de Aguilera, la que ha tenido algunas temporadas de interrupción cuando se estaba haciendo la Iglesia nueva, y las malas noches de invierno, pero que se ha repuesto y sigue generalmente y con exactitud en los demás templos […]

Este valioso documento desvela la existencia de dos ventanas en el camarín de la Purísima, hoy cegadas: […] ha visto muchas veces recibir y arder delante de la Imagen de María Santísima en días festivos, y aun de trabajo, velas ofrecidas por los fieles y que presenció y firmó un arreglo y expediente de ciertas ofertas y oblaciones pías, que acordamos convertir en dos cortinas de tafetán carmesí para el camarín, las que quedan puestas a sus dos ventanas en testimonio de la verdad.

En 1773 la Imagen de nuestra Patrona sale por vez primera a las calles de La Carolina en solemne procesión de rogativa para impetrar del Altísimo la lluvia tan necesaria para nuestros campos. El Vicario Lanes Duval, testigo de excepción, nos cuenta como se desarrolló la procesión5: […] con motivo de haberse en el año de setenta y tres por la calamidad de dicho año dispuesto el declarante se sacase Procesión de rogativa para implorar de la Divina Misericordia la lluvia de que había necesidad; la que tuvo efecto, y a ellas concurrió dicho Señor Don Pablo, y se verificó el efecto a la hora de haberse restituido la Imagen de la Purísima Concepción, a la Iglesia […].

Contamos con otro testimonio de esta primera procesión. Es la defensa que realizan los empleados de las nuevas poblaciones ante el Santo Oficio en favor de Olavide. En ella reseñan que el Superintendente:6 [...] acompañaba a las procesiones públicas con la mayor dignidad, y el día que se sacó por las calles a la Virgen de la Concepción, nuestra Patrona, para implorar por su auxilio el socorro del agua que necesitaban los trigos de estos campos, ahora tres años, estuvo tan fervoroso y calificó para todos los que le conocían de tal suerte su amor a la sólida virtud, que sus ojos parecieron dos torrentes de lágrimas durante la procesión.

Parece, no obstante, que a Olavide debió de durarle poco el “fervor” y el “amor a la sólida virtud”. El Vicario vuelve a organizar al año siguiente de 1774 una procesión de rogativa con la imagen de la Patrona, en súplica de lluvia. Olavide, ausente de La Carolina, se entera de a su regreso de la realización de esta rogativa y los “torrentes de lágrimas” que refieren sus empleados se trocan en un monumental enfado contra Ondeano, por no haber prohibido la procesión. Pero dejemos que nuestro Vicario, testigo de los hechos, lo explique de su puño y letra7: […] y a el año siguiente, que se experimentó igual necesidad formándose igual Procesión, estando ausente el referido Don Pablo, a su restitución a esta población manifestó displicencia a Don Miguel Ondeano su subdelegado, por que asintió a que se hiciese: diciéndole, que semejantes funciones alborotaban al Pueblo, y hacían subir los precios de los granos, mediante lo cual no se han hecho más procesiones de rogativas […].

En 1780 se adquiere para la Imagen de la Purísima, una corona de plata por un importe de 2816 reales y 7 maravedís, y en septiembre del mismo año se adquieren los materiales precisos para el policromado y estofado de la talla.

San Juan de la Cruz

Hemos visto hasta aquí como se desarrolló el culto a la Inmaculada Concepción, sostenido principalmente por las autoridades y el Vicario. Si bien es cierto que la Patrona gozó de cierta devoción durante los primeros años, a medida que pasaba el tiempo la importancia de la misma fue disminuyendo y una vez que cesa el fuero decae súbitamente, quedando relegada prácticamente al olvido, salvo por la función que anualmente costea el Ayuntamiento durante el siglo XIX (por ser Patrona de La Carolina y de España) y alguna procesión de rogativa, en unión de nuestro Patrón.

Esto ocurrió porque desde el mismo instante de la fundación de La Carolina, la verdadera devoción popular recaía en nuestro Santo Patrón San Juan de la Cruz. El santo carmelita fue objeto de especial veneración ya en La Peñuela, de la que era santo Patrón, y ese acendrado culto se mantuvo en la recién creada población, a pesar de los inconvenientes que Olavide puso para su libre ejercicio. Para conocer más detalles de la devoción sanjuanista en la época fundacional, acudamos de nuevo a la voz de los testigos presenciales, que nos darán cumplida cuenta del mantenimiento de la antigua devoción a San Juan de la Cruz en los primeros años de vida de nuestra ciudad, centrada en nuestra ermita, ante el lienzo del Patrón (hasta 1784 no se contaría con imagen en escultura del Santo).

La llegada a La Carolina de Fray Romualdo Bauman, el 5 de mayo de 1770, supondrá un revulsivo para la devoción sanjuanista, empresa en la que el fraile capuchino se emplea con ahínco. Fray Romualdo conforma la Cofradía de San Juan de la Cruz, en torno a 1773, que Olavide no autoriza y suprime. Olavide trata de justificar su negativa, de forma muy comedida, ante el Inquisidor General8: ¿Y por qué dirá en particular de mí que soy su enemigo? No puede tener otro pretexto que ciertas conversaciones de mesa cuando quería establecer su Cofradía de San Juan de la Cruz. Pero no le dije nada que no fuese conforme a nuestra Santa Creencia, y para rectificar sus ideas falsas.

Sin embargo, temeroso de que este asunto pudiera llegar a oídos del Santo Oficio, Olavide escribe a Lanes Duval y señala lo que debe declarar en el caso de ser interrogado. Resulta cuanto menos curioso considerar los argumentos por los cuales se niega al establecimiento de la Hermandad de San Juan de la Cruz, recordando las peregrinas razones por las que no autorizó más procesiones de la Purísima por aquellos mismos años.

Quería Fray Romualdo establecer Cofradías. Ya tenía fraguada una con nombre de San Juan de la Cruz […] No estaba en mi mano erigir cofradías y menos en las de Fray Romualdo, era necesario licencia del Rey, la aprobación del señor Obispo de Jaén, y que hubiese necesidad de semejante establecimiento, que en el estado actual podría ser muy nocivo, inductivo de bandos y facciones en unos pobladores extranjeros de distintos idiomas costumbres y usanzas que los coligase entre sí, los apartase de nuestra lengua, conservasen aversión a las costumbres españolas y se llevasen mal con los colonos de nuestra nación.

Una vez producida esta negativa, comienza entre ambos personajes una mal disimulada enemistad, ya que el capuchino alemán encuentra en este asunto un eficaz medio para socavar la figura del Superintendente.

Las primeras acusaciones de Fray Romualdo hacia el Superintendente exponen el fundado temor de que éste haga demoler la Ermita de San Juan de la Cruz:[...] la única Capilla que desde antiguo ha habido en La Carolina, y ha sido venerada con culto público, ya la hubiera arruinado sino lo hubiese retraído el intento que muchas veces ha manifestado, el temor del Santo Oficio de la Inquisición con que indirectamente ha sido conminado por el Prefecto de las Misiones[...]9 En iguales términos se expresa dos meses después [...]a mi ha amenazado destruir la Capilla, que todavía existe dedicada a San Juan de la Cruz, para impedir, y acabar con la devoción, que yo procuro conservar a aquel único santuario entre mis feligreses[...]10

Fray Romualdo carga contra el Vicario, a quien considera un eficaz colaborador de Olavide, carente de voluntad, supeditado a los deseos del Superintendente: […] el mismo ha ayudado a quitar la veneración debida a los Santos, quitando de la iglesia unas señales de gracias recibidas, y puestas a las imágenes de la Inmaculada Concepción, y de San Juan de la Cruz […] El mismo tiene en su casa y a su uso una ventana de vidrios, cual ha quitado de la Capilla pública de San Juan de la Cruz, como si fuera el más digno de ella, y deja la dicha Capilla descubierta y expuesta a la ruina, como ya por aquella falta padece daño, y escandaliza a la gente[...]11

Lanes Duval se defiende de las graves acusaciones de Fray Romualdo, y escribe al Santo Oficio pretextando lo siguiente12:

[…] En días de fiesta de diferentes Santos y Santas se han puesto y se ponen al Altar las estampas del Santo del día; muchas Misas ha celebrado el Padre teniendo delante de él y las que enviaba Doña Francisca Lanzi mujer de Don Miguel Ondeano, de las cuales Misas algunas se han cantado solemnemente sin ser día de precepto, tengo bien presente las de Santa Teresa, de San Juan de la Cruz, de San Francisco, de Santa Cecilia, algunas de las cuales ha cantado el mismo Padre […] Hay en esta Población inmediato al Pueblo un Oratorio muy decente dedicado a San Juan de la Cruz, en cuyo altar está una hermosa pintura del Santo […] A todas las dichas santas Imágenes se tributa el debido culto, a pesar de cuanto ha escrito y dice el Padre Romualdo, que especialmente se había dedicado en decir en este oratorio de San Juan de la Cruz, Misa todos los Viernes del Año, sin que nadie ciertamente se lo estorbase y sólo me acuerdo haberle dicho un día que faltaba a los ritos sagrados en hacer esconder diez o doce velas, a cada una de sus misas rezadas en dicho oratorio, las que sacaba de los colonos, en un tiempo que de la Iglesia Parroquial se le ponían las dos necesarias, y quizá sentido de esta reconvención justa, escribiría que había aquí oposición a que se diesen oblaciones en honor de Dios y de los Santos[...]

Conviene aclarar que no es sólo Fray Romualdo quien refiere estos hechos. Serán muchos los que declararán el particular empeño que puso Olavide en suprimir el culto a San Juan de la Cruz. Veamos algunos ejemplos:

Don Antonio Henseler, presbítero capellán del regimiento suizo de Dunan, declara que Olavide […] Puso particular cuidado en reprobar, y suprimir el culto inveterado, y frecuente, que había en uno de dichos pueblos a San Juan de la Cruz.13

Antonio Capmani, oficial de la contaduría general de correos, empleado en La Carolina, explica […] Que le consta por haberlo visto que puso gran cuidado dicho Olavide en reprobar y suprimir el culto que había en La Carolina (antes La Peñuela) a San Juan de la Cruz, y aun hizo cortar dos grandes pinos del tiempo de su fundación14 […].

El testimonio de Jerónimo de Guillenea, tesorero de las Nuevas Poblaciones, es de gran valor, pues da noticia del culto practicado en la ermita desde 1767 hasta 1777: [...] sabe asimismo de público y notorio, que el culto inveterado, a San Juan de la Cruz, que había en esta Población, antes La Peñuela, lo suspendió poniendo por algún tiempo en la Ermita de dicho Santo, que está extramuros de esta Población, un sacerdote alemán, y habiendo éste muerto en dicha ermita, no se ha vuelto a usar de ella, y sirve el territorio a ella contiguo de camposanto para enterrar los difuntos, y solamente en varias ocasiones durante su residencia en esta Población del dicho Padre Fray Romualdo, éste regularmente los Viernes del año, celebraba Misa en dicha ermita, haciendo le llevasen ornamentos de la Iglesia Parroquial; para la que solía citar, algunas devotas alemanas y españolas, o ellas mismas lo solían pedir, y después de retirado el referido Padre, alguna otra vez ha oído decir el que declara, ha ido a decir Misa en dicha ermita, el Vicario de esta Población, y que desde que han venido a ellas los dos curas Don Pedro Carrión y Don Francisco Merino, que hará tiempo de un año el uno, y cinco, o séis meses el otro, ha oído alguna que otra misa, que han celebrado en dicha ermita.15

Don Francisco Coba, presbítero y sacerdote en La Carolina apunta que [...] por lo que respecta a el culto que se le da a San Juan de la Cruz subsiste en el día por tener una capilla, o ermita separada del sitio donde se celebran algunas misas, y muchas han sido por el que declara […]16.

Vicente Portichuelo, fabricante de sedas en La Carolina nos dice que […]le consta por todo el tiempo que ha estado en dicha Carolina que la devoción a San Juan de la Cruz sigue sin decaecimiento, y que muchos de los vecinos van con frecuencia, especialmente los viernes a la ermita del Santo que dista de la Población menos de medio cuarto de legua y mandan decir misas las que así el dicho Padre Fray Romualdo, como otros eclesiásticos las dicen y la llave de dicha ermita se franquea a cualquiera siempre que quiere mandar decir misa sin distinción de días, y la puerta de la ermita tiene dos ventanitas abiertas para que por ellas puedan rezarle al Santo sus devotos aunque esté cerrada la puerta, a lo que también ha concurrido varias veces el declarante pues se tiene por tradición que en el sitio donde está la ermita vivió algún tiempo el Santo retirado.17

La esposa de Vicente Portichuelo, Doña Francisca de Hurtado declara en similares términos a su marido, y añade que el culto y devoción a San Juan de la Cruz no tiene decaecimiento alguno en La Carolina, y que se frecuenta por los fieles su Capilla, especialmente los viernes y que la declarante fue a visitarla muchas veces con sus hijas y oyó misa en ella.18

Finalmente Olavide pasa desde La Carolina a la corte, siendo detenido por la Inquisición, celebrándose el famoso autillo el 24 de noviembre de 1778 (festividad de San Juan de la Cruz). Será tras la marcha del superintendente cuando la devoción de La Carolina hacia el Padre del Carmelo se desarrolle con mayor libertad, y el empuje de los devotos consiga la realización de dos grandes hitos, signo inequívoco del fervor que siempre sintió nuestro pueblo por su Patrón (la ampliación de la ermita y la nueva imagen).

Lanes Duval escribe que en la ermita [...] se venera una imagen pintura del Santo, al que se profesa una singular devoción, por los continuos prodigios que a intercesión de aquel como Patrono de este territorio, obra la Divina clemencia a favor de estos Pueblos […]. Pondera la importancia de la devoción sanjuanista, no sólo en La Peñuela, sino en nuestra comarca: La advocación de San Juan de la Cruz que se dio a la referida ermita, tuvo su motivo, a más de la singular devoción que al Santo profesaban los Padres y los moradores de los antiguos pueblos de la comarca, en la residencia y conventualidad que en aquel primitivo monasterio había tenido el Santo Patriarca.

La poca capacidad de la ermita ante una devoción que la desborda continuamente hace que en 1781 se piense en ampliarla. Para costear las obras el vicario recoge limosnas que llegarán de los colonos y de personajes ilustres: […] a impulsos de la general devoción de estos fieles, y ofertas voluntarias de sus limosnas, a que todos contribuimos con sumo gusto, y a que, por mi solicitud concurrieron con el nuevo Intendente de estas Poblaciones Don Miguel Ondeano, en nombre del Rey, sus Altezas reales el Príncipe y princesa de Asturias señores nuestros, y la Serenísima Señora Doña María Josefa Infanta de Castilla. El propio Intendente Ondeano, al referirse a este hecho, explica a Don Miguel de Múzquiz que se venera a este santo en una antigua ermita que se extiende a expensas de la devoción de los colonos.

Mientras la ermita se amplía, la parroquia es objeto de una obra de ampliación. El Obispo de Jaén, Don Agustín Rubín de Ceballos, repara en la falta de imágenes (el vicario guardaba, retiradas del culto, las antiguas imágenes del convento de La Peñuela). Para acompañar a la Purísima, Patrona de la ciudad y titular de su Parroquia, ordena que se realice una imagen de San Carlos, Patrón del Templo Parroquial, en atención de haberse bendecido la Parroquia bajo su advocación y no haber en ella imagen alguna del santo y que esta imagen sea acompañada de otra de San Juan de la Cruz, Patrón de La Carolina junto con la Inmaculada, con la idea de dejar el Altar Mayor convenientemente adornado en la forma debida. Las imágenes, ejecutadas por D. Manuel Adeba Pacheco, llegan en julio de 1784, contando desde esa fecha nuestra parroquia con la imagen procesional del Patrón de La Carolina, sin olvidar por ello el antiguo y singular culto efectuado en la ermita al primitivo lienzo.

La devoción a San Juan de la Cruz se irá fortaleciendo durante la vigencia del fuero, a pesar de la promoción que hacen las autoridades del patronazgo de la Inmaculada. En 1800 el Intendente Carvajal pondrá a La Carolina, ante la epidemia de fiebre amarilla, bajo la intercesión de sus santos Patronos […] librando ante todas cosas su principal confianza sobre esto en la protección de la Purísima Virgen María concebida en gracia celestial Patrona de estas Colonias, y en la intercesión del glorioso San Juan de la Cruz y de los santos Ángeles tutelares encomendados de su custodia y amparo [...]19

Nada más cesar el fuero en 1835 el primer Ayuntamiento, una vez suprimida la Intendencia, consigna entre sus gastos los 200 reales que a partir de entonces aportará el municipio para contribuir a la festividad de San Juan de la Cruz, pero este periodo lo dejaremos para un próximo artículo.

Sirva este exhaustivo repaso a través de nuestra historia para que valoremos el inmenso tesoro devocional que hemos recibido y seamos conscientes de su verdadera importancia y antigüedad, mayor a la de nuestro pueblo. La Carolina tiene en San Juan de la Cruz y en su Hermandad decana, un testigo fiel de lo que fuimos, un nexo vivo que nos une a nuestra historia. Construyamos pues las páginas que habrán de añadirse en el futuro a esta singular historia de amor de un pueblo a su patrono.

¡¡¡VIVA SAN JUAN DE LA CRUZ!!!

1Olavide al Ilmo. Sr. Obispo de Salamanca. Madrid, 19 de Marzo de 1776. AHN (INQUISICIÓN) Leg. 1866

2Miguel de Ondeando a Múzquiz. La Carolina 29 de Diciembre de 1782. AGS Sª y S de Hacienda. Leg 500

3 Fray Romualdo al Santo Oficio contra Lanes Duval. Recibida en 19 de Diciembre de 1775. AHN (INQUISICIÓN)

Leg. 1866.

4Cartas del Señor Superintendente y mis respuestas con papel comprensivo de lo que se practica en esta y demás iglesias en materia de pasto espiritual, culto Divino, santos sacramentos, veneración de los santos y demás materia. 11 Junio 1776. Remitido por Duval al Santo Oficio 21 de Junio de 1776. AHN (INQUISICIÓN) Leg. 1866.

5Declaración de Juan Lanes Duval al Santo Oficio de la Inquisición. La Carolina, 2-4-1777. AHN (INQUISICIÓN) Leg. 1866.

6Defensa de los empleados de las nuevas poblaciones. AHN (INQUISICIÓN) Leg. 1866.

7Declaración de Juan Lanes Duval al Santo Oficio de la Inquisición. La Carolina, 2-4-1777. AHN (INQUISICIÓN) Leg. 1866.

8Olavide al Ilmo Sr. Obispo de Salamanca. Madrid 19 de marzo de 1776. AHN (INQUISICIÓN) Leg. 3609

9Fray Romualdo al Santo Oficio. 17-7-1775. AHN (INQUISICIÓN). Leg. 1866.

10Fray Romualdo al Santo Oficio. Recibida el 29 de noviembre de 1775. AHN (INQUISICIÓN) Leg. 1866.

11Fray Romualdo al Santo Oficio contra Lanes Duval. Recibida el 19 de diciembre de 1775. AHN (INQUISICIÓN) Leg. 1866.

12 Cartas del Señor Superintendente y mis respuestas con papel comprensivo de lo que se practica en esta y demás iglesias en materia de pasto espiritual, culto Divino, santos sacramentos, veneración de los santos y demás materia. 11 Junio 1776. Remitido por Duval al Santo Oficio 21 de Junio de 1776. AHN (INQUISICIÓN) Leg. 1866.

13AHN (INQUISICIÓN). Leg 1866.

14AHN (INQUISICIÓN). Leg 1866.

15AHN (INQUISICIÓN). Leg 1866.

16AHN (INQUISICIÓN). Leg 1866.

17AHN (INQUISICIÓN). Leg 1866.

18AHN (INQUISICIÓN). Leg 1866.

19A.H.M.L.C. Leg 207.

domingo, 2 de octubre de 2022

CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE SAN JUAN DE LA CRUZ EN LA CAROLINA


Este mes de Octubre, constituye una ocasión histórica para nuestra ciudad. Los días 19 y 20 de Octubre, nuestro municipio será la sede del Congreso Internacional de San Juan de la Cruz, señalando a La Carolina como centro mundial del conocimiento en torno a la figura del doctor de la Iglesia Universal y santo patrón de los carolinenses.

El congreso reúne a destacados estudiosos de la figura de Juan de Yepes, que desde diferentes universidades de otros países vendrán a La Carolina a presentar las novedades en sus investigaciones sobre el místico carmelita.

Todo el que quiera participar asistiendo a las reuniones puede inscribirse. Para ello, pueden pasar por el Museo de La Carolina, donde serán informados de cómo han de proceder.

Con todo el orgullo como carolinenses de ser por unos días el centro mundial del conocimiento relativo a la figura de nuestro patrón, valoremos la proyección internacional que su figura nos otorga, colocando a La Carolina en el mapa universal.

¡¡¡VIVA SAN JUAN DE LA CRUZ!!!