
Como curiosidad, señalar que nuestro Santo Patrón fue muy devoto de la Imagen de Jesús con la cruz a cuestas. Siendo prior en Granada, establece la Cofradía de Jesús Nazareno en 1582, a la que redacta sus primeras reglas, y es él mismo quien encarga la Imagen, al escultor Pablo de Rojas, naciendo así la devoción al Nazareno en Granada. Ya antes había establecido en el Convento de Baeza la Cofradía de Jesús Nazareno, dándole también unos sencillos estatutos. En nuestra provincia se fundarán también en esos años las de Jaén, Alcaudete y Mancha Real.
San Juan marcha en 1588 a Segovia como Prior, y sigue promoviendo la devoción al Nazareno. Y allí sucede algo excepcional. Un día cualquiera da con un cuadro abandonado que muestra a Jesús cargado con la cruz. Decide darle mayor dignidad, lo arregla, prepara un altar, lo decora con flores y cera y será su lugar de oración a partir de ese momento. Estando un día delante, Fray Juan escucha unas palabras: “Fray Juan, pídeme lo que quisieres por estos trabajos que me has hecho”. A lo que el Santo Respondió: “Señor, padecer y ser despreciado”.