Desde 1970, la Iglesia celebra hoy la festividad litúrgica de San Juan de la Cruz, Doctor de la Iglesia, Padre reformador del carmelo, místico y poeta.
BIOGRAFÍA
Juan de Yepes Álvarez nace en 24 de Junio de 1542. Su padre muere pronto y la viuda se ve obligada a grandes esfuerzos para sacar adelante a sus tres hijos: Francisco, Luis y Juan. Fue inevitable el éxodo cuando se vio que no llegaba la esperada ayuda de los parientes toledanos; Catalina y sus tres hijos marcharon primero a Arévalo y luego a Medina del Campo que es el centro comercial de Castilla. Allí malviven con muchos problemas económicos, muriendo Luis de desnutrición.
Entra en el Colegio de la Doctrina, siendo acólito de las Agustinas de la Magdalena, donde le conoció don Alonso Álvarez de Toledo quien lo colocó en el hospital de la Concepción y le costea los estudios para sacerdote. Los jesuitas fundan en 1551 su colegio y allí estudió Humanidades. Pero Juan sabe que camino desea. Secretamente tomó su hábito en 1563 y desde entonces se llamó Juan de Santo Matía; estudia Artes y Teología en la universidad de Salamanca como alumno del colegio que su Orden tiene en la ciudad.
En 1567 lo ordenaron sacerdote. Tras su encuentro con la Madre Teresa, que le quita la idea de marchar a la Cartuja, prometiéndole que hallará el desasimiento del mundo que anhela en la reforma. Inicia su vida de carmelita descalzo en Duruelo y ahora cambia de nombre, adoptando el de Juan de la Cruz.
Pero los frailes calzados, contrarios a la reforma, lo llevan preso a Toledo donde vivió nueve meses de durísima prisión. Logra escapar en 1578 del encierro de forma dramática, poniendo audacia y ganando confianza en Dios, con una cuerda hecha con las sábanas y pedazos de su hábito aprovechando la oscuridad de la noche dejandose caer por una ventana.
Tras la prisión, llega a Jaén, como confesor de las monjas en Beas de Segura, donde se encuentra la religiosa Ana de Jesús. Después en Baeza funda el colegio para la formación intelectual de sus frailes junto a la principal universidad andaluza. Y en Granada, en el convento de los Mártires, continuará su trabajo de escritor. En 1586 funda los descalzos de Córdoba, como los de Mancha Real.
En 1591 la presencia de fray Juan de la Cruz empieza a ser non grata ante el padre Doria. La realidad es que está quedando arrinconado y hasta llega a tramarse su expulsión del Carmelo. Marcha a la serranía de Jaén, en la Peñuela, desposeido de todo cargo, para no estorbar y se plantea la posibilidad de marchar a las Indias; allí estará más lejos. Es otro tiempo de oración solitaria y sabrosa. La reforma carmelitana vive agitada por el modo de proceder de Doria; a Juan le toca orar, sufrir y callar. Quizá tenga Dios otros planes sobre él y está preparándolo para una etapa mejor.
Juan enferma en La Peñuela, y no ven mejor remedio que partir a úbeda, faltos como están en La Peñuela de médico y medicinas. Al llegar se presentó la enfermedad con todo su rigor. Y en medio andaban los frailes con frialdad y era notorio el mal trato y la falta de consideración por parte del superior de la casa. Hasta que la medianoche del día 14 de Diciembre subió al cielo a cantar maitines al cielo, con 49 años de edad.
Canonizado en 1726. Pío XI lo declara doctor de la Iglesia en 1926. Por último, Juan Pablo II, lo nombra Patrón de los poetas.
