lunes, 30 de noviembre de 2020

NOVENA A SAN JUAN DE LA CRUZ. SEXTO DÍA



1. ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

Clementísimo Dios y Señor nuestro infinito, que por vuestra inmensa piedad quisisteis que San Juan de la Cruz fuese desde niño inclinado a todo género de virtudes, y por su ejercicio alcanzase ser muy amado de Vos y de vuestra Santísima Madre, comunicándole muchas gracias y favores: Os suplicamos humildemente que por su intercesión y merecimientos nos concedáis pureza de alma y cuerpo, con las demás virtudes teologales y cardinales que este Santo glorioso practicó toda su vida, para que, imitándole en este ejercicio e inocencia de costumbres, merezcamos como Él ser amparados de Vos y de vuestra Madre Santísima en esta vida por gracia, y después gozaros para siempre en su compañía en la gloria. Amén.


2. ORACIÓN PARA EL SEXTO DÍA

Glorioso Santo y Padre mio San Juan de la Cruz, que por tu pura y casta vida mereciste que Dios y su Madre Santísima te concediesen la gracia de reprimir los movimientos y deseos impuros de los que te miraban, y que por este medio y tu grande espíritu hicieses en muchas almas singulares conversiones; Te suplicamos que te duelas de nuestras flaquezas y nos alcances de Dios por medio de su Santísima Madre, nos conceda castidad perfecta, para que viviendo limpios en alma y cuerpo, les hagamos compañía por eternidades en la Gloria, y consigamos, si nos conviene, lo que pedimos en esta Novena. Amén.


3. TRES PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA
(Aquellos que lo prefieran pueden rezar el Santo Rosario)


4. PETICIÓN DE LA GRACIA

A lo largo de los siglos los carolinenses siempre hemos vuelto nuestros ojos en caso de verdadera necesidad ante la venerada imagen de nuestro Santo Patrón. A Él hemos acudido implorando protección en las grandes calamidades y pandemias que a lo largo de su historia ha vivido nuestro pueblo con la confianza puesta en su eficaz intercesión como Sagrado Protector de La Carolina.

Por todo ello, cobijados en el amparo que nuestro Patrón San Juan de la Cruz nos dispensa, pidámosle la gracia que deseemos alcanzar de Dios nuestro Señor en esta Novena.

5. GOZOS A SAN JUAN DE LA CRUZ


Pues sois Padre generoso
Del reformado Carmelo,
dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.

Apenas naciste, Juan,
cuando Jesús y María
te dan la mano a porfía
para ser su Capellán;
los dos de tu parte están
para hacerte venturoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.

De inocencia revestido
en el primer Sacrificio,
de Capellán el oficio
hiciste bien, y cumplido;
por ser más agradecido
buscas siempre lo penoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.

La cruz tomas por empresa
del reformado Carmelo,
y por subir más de vuelo
te descalzas con Teresa;
si esto a todos embelesa
a tí te hizo más dichoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.

De la cumbre del Carmelo
compasivo al valle vas,
y a todo pobre le das
por sustento el pan del Cielo;
todos quedan con consuelo
de verte tan dadivoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.

Los cojos y los quebrados,
los mancos y los tullidos,
los tristes más afligidos
quedan por ti consolados;
en partos muy revesados
socorres más generoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.

Son de toda enfermedad
tus Reliquias medicina,
y universal oficina
de perenne sanidad;
a todos con brevedad
sanas siempre prodigioso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.

Trabajos y oposición
en reformar padecéis,
pero todo lo vencéis
con paciencia y oración;
la mayor contradicción
sufrís blando y cariñoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.

En las alas del amor
y espinas de penitencia
subís, Juan, a la eminencia
de insigne reformador;
en este divino ardor
seguiste a Elías celoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.

De Jesús en el costado
tuviste, Juan, la morada,
no buscando gusto en nada
fuera de Jesús amado;
¡oh Querubín abrasado
De todos modos dichoso!
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.

A Jesucristo imitaste
negándote a ti mismo,
queriendo ser uno mismo
en la Cruz, que tanto amaste;
en ella pues te quedaste
de más penas siempre ansioso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.

Por tan crecidos favores
os llegó Cristo a ofrecer
Coronas al escoger;
mas tú eliges los mayores
desprecios y confusiones
por Jesucristo amoroso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.

Siguiendo Juan este plan
en Cristo Juan se ha trocado,
y Cristo crucificado
vive transformado en Juan;
esta gracia, fue el imán,
que os hizo, Juan, portentoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.

Mil veces afortunados
dicen, Juan, ser tus devotos,
pues logran por ti sus votos
en favores duplicados;
por eso experimentados
te aclaman el poderoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.



6. ORACIÓN FINAL

Omnipotente Dios y Señor, que al bendito San Juan de la Cruz le concediste ser amante fervoroso de los trabajos, desprecios y cruz de vuestro Santísimo Hijo, y una abnegación perfecta de sus pasiones y apetitos: Concédenos Señor, por sus méritos y ruegos, que imitando aquí sus virtudes merezcamos en el Cielo ser compañeros de su Gloria por los siglos de los siglos. Amén.


7. ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO CON MOTIVO DEL CORONAVIRUS

Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.

Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.

Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.

Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, oh Virgen gloriosa y bendita.